AC/DC, incombustibles

La gran virtud de AC/DC es su efecto tranquilizante. Por muchas especulaciones que se hagan en el mundo del rock (sonar modernos, interesantes...) lo de los australianos es evitar engaños y ofrecer lo que mejor saben, entretenimiento. Así de fácil y al mismo tiempo, así de difícil. Por eso, en el repertorio que presentaron el pasado jueves 14 de diciembre en el Palau Sant Jordi de Barcelona, sólo sonó un tema de su último disco, y por eso sonaron Hells Bells,TNT y un sin fín de clásicos irrefutables. Por el mismo motivo, Angus realizó su striptease en The Jack y su solo de guitarra en Let There Be Rock. Como siempre, cerraron su concierto con For Those About To Rock... nada nuevo bajo el sol. Por si fuera poco, regalaron Bad Boy Booggie y Get It Hot -hacia tiempo que no las tocaban en directo- para contentar a sus fans más fieles. Nadie pidió más, Angus & Co. se mostraron durante las dos horas que duro su show, tal y como son, y esa es su mejor virtud. Demostraron que la decadencia en la que se encuentran sumergidos muchos de sus colegas generacionales, aún les queda muy lejos.