martes 12 de diciembre de 2000
 
AC/DC: Seguros en Madrid City 

AC/DC Brian Jones (voz), Angus Young (Guitarra), Malcolm Young (guitarra y coros), Cliff Williams (bajo y coros), Phil Rudd (batería). P. de los Deportes. Madrid, 10-XII-2000. 

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Endiablados. Jones y Young 
volvieron a hacer de las suyas
Alberto BRAVO .-
Llegaron a Madrid AC/DC prometiendo voltios y a fe que lo cumplieron. Eso sí, seguro que nadie advirtió a la banda de que según qué posición se tomara en el «Palacio de los Rebotes» la cosa suena a algo parecido a música o, más arriba, a un carnero siguiendo una dieta de yogur. Pero a quién le importa cuando de Madrid se trata, una ciudad que tiene a la banda australiana como señera dentro de esto del rock and roll.
    Pero a decir verdad, todo sonó a ya visto. ¿Y qué es lo ya visto? Pues las carreras de Jones o Angus de lado a lado, las pantallitas de vídeo con proyecciones más o menos afortunadas, la escena presidida por objetos de cartón piedra, los guitarrazos sin descanso, la exuberancia vocal y musical... En fin, todo lo que encanta al seguidor de toda la vida, engancha a los animosos y deja indiferente -y a ratos abochornado- al no fan.
    Por partes. Los incondicionales pueden sentirse orgullosos de que una banda con más de 25 años de carrera todavía mantenga el pulso firme del «heavy metal», tanto en actitud como en maneras de interpretar. Jones y Angus no paran un rato quietos y motivan lo suficiente al personal para que éste no desfallezca ni un solo momento. Mientras tanto, todo se adereza con proyecciones al uso. Por las pantallas de vídeo se mezclan los crispados gestos de los protagonistas con muchachas oxigenadas sorbiendo un heladito, o un tren que se mete en un túnel, o un mecánico con vaqueros apretaditos... «Mu fino», oiga.
    Un segundo tardó AC/DC en meterse en el bolsillo al gentío. Justo lo que éste tardó en reconocer ese estupendo tema llamado «You shook me all night long». Continuó el concierto con «Stiff upper lip», perteneciente al último álbum, con poca presencia en el show de ayer, salvo por temas como «Safe in New York City» o «Meltdown». «Shot down in flames», «Thunderstruck», «Shoot to thrill», «Rock and roll ain't noise pollution» hicieron justicia a la última gran banda del «heavy metal», tan venido a menos en estos tiempos. 

Calzoncillos españoles

Y luego estuvo la parte de los numeritos, ese «sé lo que queréis y os lo vamos a dar». Andaba Angus sacando pecho con una excelente improvisación, tomando maneras del gran Jimmy Page, cuando echó el freno para comenzar la comedia. Se quitó la chaqueta, la corbatita, la camisita y (¡tachán!) mostró unos calzoncillos con la bandera de España. Sin comentarios. Luego estuvo lo de la campana gigante en «Hells Bells», con Brian Jones colgándose de la cuerda para agitarla, que por poco se nos mata el hombre. Eso sí, la interpretación estuvo a la altura.
    La noche terminó con la apoteosis de «Highway to hell» y, en los bises, de «TNT» y «For those about to rock». Nadie que tenga los discos -o las camisetas- de AC/DC se sintió defraudado por lo oído y/o lo escuchado. Y nada aportará a quien no haya seguido con interés la trayectoria de la banda. Eso sí, a AC/DC siempre les quedará Madrid.

 

 
 
 

 

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