El regreso de AC/DC, tan aburrido como vibrante

11 de noviembre. - ¿Con qué escuchamos música? ¿Con el corazón, con la huevera o con el cerebro?

Porque vive dios que el resultado no es el mismo.

'Rock&Blog subsecretaría de Experimentos' toma como ejemplo la última descarga de AC/DC, 'Black ice', número uno interplanetario y bla bla bla.

Un disco aburrido y vibrante. A la vez.

¿Que no es posible? Ya, es que depende de por qué orificio corporal nos lo introduzcamos.

Si servidor se lo inserta en el cerebro, y éste hace su trabajo, la respuesta es: "Joder, otro disco igual de AC/DC. Ya lo han sacado cuatro veces en los últimos 30 años. Abortar, abortar, abortar, por favor".

Si por contra dejamos que decida el pecho, y ya no digamos la huevera, el resultado, mientras algún músculo se pone duro, es: "Joder, cojonudo, más, más, más, por favor".

Es entonces cuando el lifting Brendan O'Brien toma sentido, cuando el riff parece invento de ayer, cuando la cazurrez de los australianos se torna granítica sabiduría.

Y los vejestorios parecen absolutamente vivos en el disco, que contiene tres o cuatro cañonazos y todas las constantes de la banda: los dos acordes y medio por canción, el chillido agudo en la voz, la batería a piñón fijo, el bajo machacante, los medios tiempos pastosos.

Pero luego llega la cabezota, se pone a pensar y, caramba, todo esta oído, creatividad cero, casi karaoke. ¡Nos la estaban metiendo doblada y ni nos pispábamos! Parece que se hayan jugado a los dados el orden de las notas en cada corte. Cuando vas por el octavo tema, todos parecen el mismo... Y aún quedan seis.

Y la cabezota dice: "Joder, esto nos pasa por resucitar los 80 con tanta tenacidad, deberíamos haber previsto que AC/DC iban a aparecer de nuevo... ¡Y encima sonando frescos!". Por no hablar de la coartada sociológica: ¿crisis económica? Aquí están AC/DC, como siempre en los últimos 30 años, para levantar el ánimo al personal.

Pero, ¿QUÉ HUEVOS ES ESTO? ¿Desde cuándo nos regimos por nuestro cerebro? ¿Es que ahora vamos a volvernos contra nuestra animalidad irracional, nuestra mejor cualidad, que nos ha traído al borde del desastre, nuestro adorable desastre económico y social?

¿QUIÉN COJONES LLEVA LOS PANTALONES AQUÍ?

Decidido: el disco está de puta madre -o casi: hay algún medio tiempo por ahí que se resiste a molar- y como excusa para la gira, que es lo que importa, va que chuta.

¿Que se repiten AC/DC? Coño, también lleva Raphael repitiéndose 50 años, y no por ello deja de ser un genio.